Decapante convertidor de óxido RUGINOX - 250ml
Puntos clave
- Practicidad en el uso: RUGINOX viene listo para usar, lo que elimina los preparativos previos y la limpieza de herramientas después de su uso, optimizando así el tiempo y esfuerzo del usuario.
- Eficacia inmediata: Actúa rápidamente sobre el óxido, requiriendo solo un par de minutos para empezar a ver resultados, lo que acelera considerablemente los procesos de restauración y mantenimiento.
- Conveniencia: La facilidad de uso y la formulación de acción rápida de RUGINOX reducen la carga de trabajo y hacen que sea accesible incluso para usuarios sin experiencia previa en el tratamiento de superficies oxidadas.
- Ahorro económico: Al evitar la necesidad de herramientas adicionales y minimizar el desperdicio de producto, los usuarios ahorran en costos adicionales y en la compra de equipos.
Descripción
RUGINOX tiene un alto rendimiento: con 1 litro de producto se consigue tratar una superficie de unos 20m2. Es un producto destinado tanto el uso profesional como para el particular.
Su confección permite un práctico uso del producto sin derroches y sin la necesidad de un segundo envase y del pincel, es decir que es un producto listo al uso sin necesidad de preparativo antes de la aplicación y sin necesidad de trabajos de lavado de accesorios después del uso.
DISUELVE EL OXIDO
Aplicar Ruginox sobre la superficie oxidada (en situaciones de óxido estratificado será necesario intervenir antes con una rasqueta).
Esperar unos 2 minutos y después proceder a eliminar los residuos disueltos, enjuagar y secar.
CONVERTIR EL OXIDO EN METAL
Aplicar una cantidad discreta de Ruginox sobre la superficie oxidada (en situaciones de estratos particularmente importantes de óxido, será necesario intervenir antes con una rasqueta.
Asegurarse que durante al menos 3 horas la superficie tratada quede al reparo del agua o lluvia.
Esperar la fase completa de transformación del óxido en metal, que normalmente se obtiene entre las 12 y 24 horas siguientes.
Después del tratamiento y una vez transformado del óxido en metal, la superficie se presentará de color blanco opaco, y que será suficiente eliminar el exceso de producto con un abundante enjuague de agua limpia, que evidenciará una superficie completamente transformada en metal y exenta de óxido.
Acto seguido y según la necesidad, se podrá pasar a la operación de pintado asegurándose de que la superficie esté perfectamente limpia y seca.
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